La idea es que cada uno cree parte de la historia hasta completarla en conjunto. Separa quince tarjetas y repártelas entre todos. El que empieza pone una tarjeta con la ilustración hacia arriba sobre la mesa y cuenta cómo comienza la historia, luego el que sigue coloca otra (al lado, como una historieta) y cuenta cómo continúa y así hasta el último, que tiene que cerrarla. Alguno toma nota de lo que va diciendo cada participante y al final lo lee para todos.

 

Versión 1: elegir cual tarjeta poner en tu turno.

Versión 2: sin elegir, poner la primera que te toca.