Se reparten todas las cartas boca abajo y se colocan frente a cada jugador en forma de mazo. En cada ronda los jugadores tendrán un minuto para dibujar algo en todas las cartas posibles de su mazo. Al finalizar el minuto se suman tantos puntos como cartas dibujadas satisfactoriamente (aprobadas por todos). Si varios jugadores repiten el motivo del dibujo (ej: cara sonriente) esas cartas no se cuentan como puntaje. En caso de indecisión sobre una carta, decidirá si se aprueba o no, el jugador que tenga menos años. Gana quien llega primero a 30 puntos.